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Misioneros Evangélicos de EE.UU. Son Perseguidos en Nicaragua
La creciente represión del gobierno nicaragüense bajo el presidente Daniel Ortega y su 💱 esposa, Rosario Murillo, ha alcanzado a los misioneros evangélicos estadounidenses de la iglesia Mountain Gateway.
Con miles de seguidores y millones 💱 de dólares en donaciones, Mountain Gateway se había convertido en una fuerza poderosa en Nicaragua, atrayendo a casi un millón 💱 de personas a una serie de resurgimientos evangélicos.
Pero después de perder la bendición del gobierno, la iglesia se convirtió en 💱 blanco de una campaña contra las organizaciones sin fines de lucro y los grupos religiosos.
once pastores que habían sido 💱 reclutados por los Hancock fueron encarcelados por cargos de lavado de dinero y fraude. Fueron condenados a penas de entre 💱 12 y 15 años de prisión y a pagar una multa de 80 millones de dólares cada uno.
Incluso los dos 💱 abogados que los representaban fueron encarcelados. Se confiscaron propiedades de la iglesia por valor de más de 5 millones de 💱 dólares.
Una Campaña contra el Espacio Cívico
Según los expertos, la persecución de grupos religiosos y de otro tipo que en el 💱 pasado mantenían una relación cordial con el gobierno indica los esfuerzos del gobierno de Ortega por clausurar cualquier espacio cívico 💱 que no esté completamente bajo su control.
La Iglesia católica, que había desempeñado un papel clave en la protección de los 💱 manifestantes y en la denuncia de los abusos contra los derechos humanos, también ha sido blanco de la represión del 💱 gobierno.
Más de dos decenas de sacerdotes católicos fueron expulsados de Nicaragua el año pasado.
La Respuesta de Mountain Gateway
Los líderes de 💱 Mountain Gateway, incluidos Jon Britton Hancock y su familia, se encontraban fuera del país durante la redada y han estado 💱 presionando a miembros del Congreso, el Departamento de Estado y otras agencias en favor de los pastores encarcelados.
Stephen Schneck, presidente 💱 de la Comisión de EE. UU. para la Libertad Religiosa Internacional, ha calificado la situación en Nicaragua como "autoritarismo en 💱 toda regla, y tal vez un viraje hacia el totalitarismo".